Existe en la India un relato popular acera de Brahma, Vishnu y Shiva. Se encontraban los tres, en cierta ocasión, alardeando entre ellos respecto  de su inmenso poderío. De improviso, se acercó a ellos un niño pequeño y le preguntó a Brahama: <<¿Qué es lo que tú puedes crear?>>, a lo que Brahma respondió con grandilocuencia: <<Todo cuanto existe>>. El niño preguntó a los otros dos dioses cuál era su función. <<Conservamos y destruimos todas las cosas>>, le respondieron.

El pequeño visitante sostenía en su mano una brizna de paja del tamaño de un mondadientes. Colocándola frente a Brahama, le preguntó <<¿Puedes crear una pajita como ésta?>>. Tras realizar prodigiosos esfuerzos, Brahma descubrió, con gran sorpresa de su parte, que no podía hacerlo. El muchacho se volvió entonces hacia Vishnu y le pidió que preservara la pajita, que comenzaba a desintegrarse ante la firme mirada del niño. Los esfuerzos de Vishnu por evitarlo fueron inútiles. Finalmente, el pequeño desconocido hizo aparecer nuevamente la brizna de paja y le pidió a Shiva que la destruyera. Pero a pesar de los esfuerzos denodados de Shiva por desintegrarla, la diminuta pajita permaneció intacta.

El niño se volvió nuevamente hacia Brahma, preguntándole: <<¿Me creaste tú?>>. Brahma pensó y pensó, pero no pudo recordar haber creado a esta sorprendente criatura. Repentinamente el niño desapareció. Los tres dioses despertaron de su engaño y recordaron que detrás de su poder existe un Poder Superior.